27 junio 2006

Todo es posible y todo es ineludible en el mar de las divinidades, y si es posible, todo puede ser experimentado, porque todo lo que cae dentro del poder del hombre debe ser experimentado.

A través de la experiencia es posible instaurar un nuevo comienzo como punto de partida. Sin alimentar una falsa idea de que todo puede ser definitivamente explicado, sin que esto implique la más absoluta soledad de creencia y pensamiento individual.

La soledad remite así a una estructura de poder cuya singularidad representa la autonomía del hombre en un estado de no-integración. Impidiendo de éste modo la formación de una comunidad. Convirtiéndola en un laberinto de individualidades, clausurando cualquier posible salida, cercando así al progreso y a la evolución del hombre.

Este acto produce un el encierro en la evocación del pasado, dejando al hombre asilado e incomunicado. Quebrantando la autonomía del ser humano, y trasportándolo a las zonas más oscuras de creencias de victoria individual, resistiendo a todo progreso.

22 junio 2006

Obsoleta presencia esquiva de senderos en ficticio por-venir,
oscura divinidad que enceguece la razón sin principio ni final,
quiero vivir a veces olvidando la luz de los faros
punzando a la eternidad para que supure presente y así,
andar sin fronteras esperando la fusión con el horizonte que
une los caminos.

Déjenlo todo.

Dejan Nada.

Dejen su esposa, dejen su amante

Dejen sus pertenencias y sus temores

abandonen a sus hijos en el medio del bosque.

Suelten el pájaro en mano por los cien que están volando.

Dejen si es necesario una vida cómoda, aquello que se les presenta

como una situación en porvenir.

Salgan a los caminos.

André Breton

20 junio 2006




contrabandista de tormentas

con ansias de arraigo

en silencios ancestrales,

inmerso en infinitos pasos sobre los durmientes,

que emanan olores resurgentes en un mundo sin voces

dando presencia esquiva a juramentos de resistencia.

14 junio 2006

Estamos tan juntos y, si embargo, morimos en soledad por no poder pagar el precio del cobrador que toca la puerta confundiendo las almas con las de otro
dando fantasías al corazón.

El mundo cayó a los pies el día que los ojos del universo dejaron de sostenerlos en el más profundo de los sueños y las almas se fueron ya, sin poder saldar sus cuentas.

11 junio 2006



La demagogia de las emociones.

Veo las cosas más ajenas en épocas que ahora no recuerdo. No sé. ¿Qué importa, además? Si al despertarme del sueño milenario en los estratos más profundos de mi conciencia oiré los ruidos.

Delante de mí, enigmática y dura se haya la imagen que me enfrentará con la realidad. Y yo ahí parado inmóvil, con el rostro abstracto por la aparición frígida, paralizado durante esos instantes que forman parte del tiempo y que no dan acceso a la eternidad.

Supe que debía iniciar ya mismo la exploración, despojándome de los prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones. Tanto más impenetrables como más sutiles.

Ahora la imagen avanza violenta y decorosamente, como una suerte de corso que la distingue del resto de mis visiones.

Entonces sucede que los días comienzan a tomar un valor incalculable y pudo descifrar una especie de promesa absurda. Indagar las grutas de acero que conducen a mi memoria.

Corriendo frentenicamente entre la muchedumbre de mis fantasmas, palpita esa penetrante sensación que marca por oscuros momentos la tendencia que me induce a asomarme hacia el abismo del olvido.

Tortuoso ruidos se van sumando a mi inconsciente, apaciguando así mi marcha, logrando que una vez parado delante de mi mismo, no sepa ya que hacer.

Será que por eso que tomo la infelicidad como la felicidad. Asumo que no siempre quiero ser feliz, que es necesario ser infeliz de vez en cuando*.

Digamos que hay que sentir como quien mira, pensar como quien anda y cuando se ha de morir, recordar que el día como los instantes mueren y el poniente es presagio de otro instante que se gesta entre la nada y el todo.

09 junio 2006


Permiso de soliloquio en una tarde de domingo

Allí está. Tantas veces imaginada y ahora, allí está. La intolerante pregunta, una y mil veces repetida, se re formula –dicen algunos- por última vez. Y aunque no baste para afirmar cada uno de los vagos pensamientos presentados aquella tarde de seudo romanticismo primaveral regalada al mes de noviembre. Sirvió para descubrir que allí está. La retórica de los inconsistentes presentada como fuerza de mamut, poco sirvió para resistir ante tanto poder y entonces: allí está. De todas formas el imaginario colectivo aportó su cuota de deseo e ilusión para gestar una suficiente demostración de que los días podían presentarse plenamente cuando no intentamos convocarlos. Sin embargo habría que pecar de realistas, aquietar el pensamiento por un instante –tal como sucediera involuntariamente aquella tarde- y observar la formalización de lo bello como un momento de equilibrio entre la libertad - que no es otra que la renuncia a todo tipo de autoridad intelectual- y el deseo de ver, lo que allí está presente en materia, presente en forma. Ahora lo concreto desconoce el correcto lugar y la mutación de pensamientos y creencias dan avance a la razón “del no-saber”. Ya imposibilitado, el por-venir muestra su espacio y lo incierto escapa del circulo vicioso de memorias y coherencias reciclando al sabio y presentando al aprendiz. Ahora solo basta con creer que allí está y salir al encuentro otorgando permiso al deseo de lo desconocido.

ciertamente

Conviviendo.

Alguien me regaló una vez: “No tenemos más cierto que el instante en el que lo pensamos cierto”. En mi fantasía de aquello que yo imagino todo se transmuta y pasa a ser lo concreto de mi realidad. Así me sumerjo por lo alto de donde los hombres
tienen miedos o dolores. Ahí, sólo reposó un instante y los observo. En ese punto me preparo para convivir. Entonces vuelvo. Y así me integro dando paso al imaginario de otras realidades.

07 junio 2006

pisando arenas movedizas

por las autopistas de la libertad nadie se atreve a conducir sin cadenas.
tarde o temprano se debe aprender que se vive, solo, entre la gente.